martes, 10 de febrero de 2015

Abajo el Gauchito Gil, viva OXOSSI

Ya he registrado la penosa sensación de encontrar en la vereda restos de vida. El sábado pasado, la empresa de mudanzas que habíamos contratado cumplió su cometido con un par de bajas: dos vidrios y una estatuilla de San Sebastián se les rompieron con estrépito. 
Los vidrios, dicen, van a reponerlos, pero era inútil tasar el San Sebastián: priceless
Fue de las últimas cosas que tiramos. No debimos hacerlo, porque nuestro Santo Patrono no estaba dispuesto a abandonarnos.
Horas después, cuando salimos, vimos que había abandonado el tacho de desperdicios y vigilaba la vereda y, a sus espaldas, las aulas de la Facultad de Ciencias Sociales.
OXOSSI, vela por nosotros.



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