sábado, 29 de diciembre de 2012

La República de las Locas

--> Por Daniel Link para Perfil


He vuelto de la Conferencia Internacional de la Asociación Internacional de Gays, Lesbianas, Transexuales e Intersexuales del Mundo (ILGA es la sigla de la asociación) a donde fui invitado a presenciar la apoteosis de Argentina como el país más avanzado en materia de derechos de las minorías sexuales.

Tuve la buena idea de apartarme del contingente argentino en el momento en que la muchachada se sacaba una foto con el vicepresidente argentino (cuya mano no estreché por natural repugnancia con las cosas oscuras), que concurrió a recibir un trofeo en nombre de la Presidencia, justamente homenajeada.

El diario Clarín, con una rapidez notable, levantó la foto y la usó para ilustrar el enésimo caso de oscuridad patrimonial que envuelve al vicepresidente. El hecho causó gran conmoción entre los fotografiados, naturalmente. Yo contesté lacónico sus reproches y sus amenazas con un “quién los manda...”.

El evento en sí era como un congreso general de las organizaciones de base de todos los países, que en ese encuentro eligieron autoridades para el próximo bienio. Por un lado, era conmovedora la observación de la loca cívica, los aplausos, los pedidos de informe, los reclamos de condena a países como Uganda, las subas y bajas en las cotizaciones de los objetivos (campañas contra el sida, cero al as; identidad de género: a la cabeza de los premios), el cotilleo político para el armado de las listas, en fin: la República de las Locas.

Tuve la dicha de participar en el cabildeo trans, antes y después de las elecciones. Por razones que se me escapan (Mauro Cabral, la eminencia cordobesa que fue convocado por el Ministerio de Salud sueco y que dictó uno de los párrafos del discurso que pronunció el primer ministro en la ceremonia inaugural, no se cansa de acusarme de “transfóbico”) se me convocó a apoyar la protesta de que “hemos vendido la agenda latinoamericana a cambio de una sede”, cosa que hice. Más allá de mi papel oficial en la reunión, limé las asperezas del sector, porque me parecía que debía privar la hermandad latinoamericana. Además, la próxima asamblea será en México, y no me gustaría perdérmela. 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

"En la cocina soy más parecido a una mujer" declara el Caparrós rasurado.
Marche un Multi O en bandeja!

Enéasima Potentia

Anónimo dijo...

si no queremos parecernos a esos países mogólicos deberíamos empezar a animarnos a señalar las inconsistencias e inatinencias del discurso trans (?) sin que nos acusen de transfóbicos. link, ponele el cascabel al gato que después te seguimos todxs!